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En Marinaleda un joven puede acceder a una vivienda por 15€

Su alcalde asegura que esto se podría trasladar al resto del Estado

SB-Noticias.- 16 de diciembre de 2008. Juan Manuel Sánchez Gordillo es el alcalde de Marinaleda, un municipio de la provincia de Sevilla, de unos 2.655 habitantes y una extensión de 25 km cuadrados, conocido por su larga tradición de lucha jornalera que ha dado lugar a importantísimos avances políticos sociales, como por ejemplo el poder disponer de una vivienda por 15 euros al mes.

Democracia social

Entiende Sánchez Gordillo que la democracia no puede limitarse a ser política, sino que tiene que ser económica y tiene que ser social. “La democracia política es el derecho a votar cada cuatro años y muchas veces con el sistema electoral no todo el mundo tiene posibilidades realmente de llegar al poder, sino que son aquellos grandes partidos que reciben dinero de los bancos los que pueden llegar a La Moncloa. Para el resto está bastante lejos”, dice.

Según el mismo, la democracia política sin democracia económica es una gran mentira. “Mientras que los ricos sean tan ricos y los pobres sean tan pobres, la posibilidad de elegir y la democracia está cuarteada".

Esto se traduce en que en Marinaleda, la democracia política consista en dar participación y discutir el presupuesto del Ayuntamiento por calles, y con voz y voto de los vecinos. Por su parte, la democracia social y económica ha consistido en pasar a ser un pueblo de pleno paro a una localidad de pleno empleo. Para ello se ha conseguido tierra, la tierra de un gran terrateniente, el Duque del Infantado, y mediante lo que Sánchez Gordilla tilda como “lucha pacífica, pero audaz”, se han conseguido 1.200 hectáreas de tierra que es para quien la trabaja.

Además, han transformado los productos de la tierra, creando la agroindustria del pimiento, de la alcachofa y del aceite. “ Hemos conseguido que todo el mundo tenga un empleo, que se acabe la emigración y que todo el mundo pueda vivir en su propio pueblo. La democracia social, la otra pata de la mesa, ha sido sobre todo el bienestar elemental, por ejemplo el de la vivienda”, explica el alcalde.

Se ha municipalizado todo el terreno rústico, convirtiéndolo en urbano, y el Ayuntamiento le regala al autoconstructor, al joven que quiere una vivienda, el suelo de forma gratuita y el arquitecto municipal se pone a su servicio. Ellos ponen el trabajo desde que se empieza la casa hasta que se termina. Así han construido más de 400 viviendas de 90 metros construidos, con 100 metros de patio, por las que se pagan al mes 15 euros. “Hemos convertido la vivienda en un derecho”, sentencia Sánchez Gordillo.

Las mujeres que ahora tienen trabajo, que antes estaban paradas, dejan a sus hijos en una guardería donde puede comer y dormir por 12 euros al mes.

Y todo esto con impuestos baratos.

“Lo que hemos intentado en Marinaleda es convertir la utopía, lo que ellos creen que es utopía, en realidades concretas. Porque nosotros creemos que la utopía es un sueño que se puede y se debe convertir en realidad. Y en Marinaleda lo que hemos intentado es adelantarnos al tiempo. Lo que queremos para el Estado español y para el planeta, realizarlo aún con contradicciones y con limitaciones. Para que no solamente soñemos, sino que convirtamos los sueños en realidad”, comenta el alcalde.

El poder no es neutro

Señala el alcalde de Marinaleda que desgraciadamente en las democracias, en el país más democrático de la tierra, al final existe la dictadura de los que tienen el dinero. “No se invade Irak por casualidad, sino porque al complejo militar industrial y a las grandes multinacionales del petróleo les interesa”, dice, añadiendo que incluso Bush es también de alguna manera “una marioneta” de esas grandes multinacionales.

“Yo digo que el poder no es neutro, y que los medios de comunicación, los grandes medios de comunicación desgraciadamente están en manos de 4 ó 5 multinacionales en el planeta, y por lo tanto no interesa la diferencia, no interesa demostrar que es posible otra forma de hacer política, otro modelo de sociedad, que es posible la igualdad, que es posible la paz, que es posible la libertad, que es posible que al ser humano se le considere como tal y se le responda como tal. Y cualquier experiencia, aunque sea minúscula, como la de Marinaleda, no interesa”, comenta.

En el mismo sentido, observa que cualquier intento que se haga en otro país del planeta, ya sea Bolivia, Venezuela o en otra parte, “lo intentan aplastar”, criminalizándolo o calumniándolo para que la gente lo desprecie.

“Yo creo que el gran triunfo de la burguesía a nivel internacional es que ha controlado los grandes medios de comunicación y ha ganado la batalla de la ideología. Y mientras la izquierda todavía está con el panfleto que no lee nadie, la derecha económica, la gran burguesía, tiene en tu casa 17 canales de televisión contándote los mismos valores e introduciéndote la misma propaganda y las mismas mentiras”, comenta Sánchez Gordillo.

Según el mismo, existe una izquierda “con nombre de izquierda, pero que sólo tiene el cascarón”. Así se explicaría, por ejemplo, por qué otros lugares con gobiernos de esta misma tendencia no consiguen, ni se acercan o se parecen, al caso de Marinaleda. “Tal vez porque no sean tan de izquierda, y tengan nada más que el nombre y las siglas, pero no la práctica”, sentencia.

Concluye Juan Manuel Sánchez Gordillo señalando que, “si el poder es ético, tiene que dar respuesta concreta a los problemas concretos de la gente, y la vivienda es un problema y debe ser un derecho, que está reconocido en el artículo 25 de la Declaración de los Derechos Humanos. La vivienda como un derecho, no como una mercancía. Lo que ha pasado en estos últimos 14 ó 15 años de hacer viviendas no para que la gente viva en ellas, sino para especular, y que en el Estado español haya 4 millones de viviendas vacías y dos millones de personas que viven en infraviviendas, incluso en chabolas, a nosotros nos parece un auténtico disparate”.

Entrevista al alcalde de Marinaleda .

SB-Noticias