Desalojos en Casablanca: solidaridad y propuestas de la RMLD
La Red Marroquí para la Vivienda Digna (RMLD) en Casablanca/Settat denuncia las violaciones de los derechos humanos reconocidos por parte de Marruecos, que se encuentran en los desalojos de los habitantes de Casablanca como parte del programa “ciudades sin tugurios”. Una tragedia anteriormente sufrida por cientos de miles de habitantes de otras ciudades y países vecinos del Mediterráneo. La Alianza Internacional de los Habitantes ha compartido solidaridad y propuestas para solucionar el problema.
Como seguimiento de los problemas ligados a los tugurios de Casablanca, El Despacho regional de la Red Marroquí para la Vivienda Digna de Casablanca/Settat, se ha visto sorprendido por la demolicióna a la fuerza que han llevado a cabo las autoridades, de un conjunto de barracas que se sitúa en un aduar “Ghalia” cerca de la autovía que va a Sidi Moumen, y a Hamman Al-Futtawaki, "Aduar El Wasti” en Aïn Sebaâ. Estas operaciones han violado los derechos humanos que se reconocen universalmente, entre los que se encuentra el derecho a una vivienda digna.
Frente a estas operaciones, pertenecientes a la categoría de desalojos forzosos de centenas de habitantes, y que les quita su dignidad, máxime cuando el lugar de alojamiento propuesto está en las proximidades del vertedero de Mediouna y en los alrededores de Sidi Hajjaj, muy lejos del centro de Casablanca, lo que va impedir que algunos niños puedan ir a las escuelas, al igual que el hecho de que dos familias van a compartir viviendas comprendidas entre 80 y 84 metros cuadrados, necesitando una tercera persona con quien compartirla para construirlas, quien, seguidamente, va a privar a una gran mayoría de la población del hecho de realojarse en las parcelas que requieren dinero y tiempo para su construcción.
Es cierto que las demoliciones que se dan en estos aduares no cumplen con el enfoque social del Estado: muchas personas afectadas han afirmado a través de los medios de comunicación que sus familias habían sido desplazadas sin tener un lugar donde vivir o un lugar estable para albergarlos y que salvaguarde su dignidad, sabiendo que los lugares de alojamiento propuestos (citados antes), están lejos de sus trabajos y pueden promover la pérdida y el abandono de la escuela por parte de sus hijos.
El desplazamiento forzoso de ciudadanos fuera del área urbana contraviene a todos los convenios internacionales que estipulan que una vivienda digna debe situarse cerca del trabajo, de los centros de salud, de la escuelas, de las guarderías y otros servicios sociales donde el coste de la movilidad necesita otro presupuesto, dado que la mayor parte de los hogares son pobres, además las viviendas no deberían tampoco construirse en lugares cercanos a fuentes de contaminación que ponen en riesgo la salud de la población.
Teniendo esto presente, la Red Marroquí para la Vivienda Digna en Casablanca/Settat, y debido a su rechazo hacia todas las formas de opresión y de desplazamiento forzoso, afirma:
1 - Su solidaridad absoluta con todas las poblaciones desplazadas y amenazadas con ser desalojadas;
2 - Condena toda forma de opresión que sufren los habitantes del aduar “Ghalia” en Sidi Moumen, Haman Al-Futtawaki "Aduar EL Wasiti” ...
3 - Exige que, a falta de soluciones sujetas a las normas internacionales relacionadas con los derechos humanos, las demoliciones cesen, garantizando así, la dignidad humana y el derecho a una vivienda digna;
4 - Condena la evasión por parte de las autoridades oficiales de sus responsabilidades en lo que respecta a la vivienda digna para todas las poblaciones afectadas, sin recurrir a la fuerza por la vía de desalojo forzoso.
5 - Pedir a todas las organizaciones de defensa de los derechos humanos y a la solidaridad política para apoyar a la población desplazada a la fuerza y a todos los habitantes de los tugurios de Casablanca con el fin de que cuenten con una vivienda digna.
Despacho regional de la Red Marroquí para la Vivienda Digna de Casablanca/Settat
Il(la) Traduttore(trice) Volontario(a) per il diritto alla casa senza frontiere dell’IAI che ha collaborato con la traduzione di questo testo è