“Tent City” pone de relieve la crisis habitacional de Estados Unidos
BBC, 14/3/08 La quiebra del mercado hipotecario de Estados Unidos ha llevado a un número récord de ejecuciones hipotecarias y forzado a miles de personas a abandonar sus hogares. Uno de los lugares más afectados es la baja California, desde donde el enviado de la BBC, Rajesh Mirchandani, nos informa acerca de las terribles consecuencias de la recesión económica, que según algunos observadores puede empeorar en el corto plazo.
Atrapado entre el aeropuerto local y las vías del ferrocarril, “Tent City” es una señal de que vamos por el mal camino.
Nos encontramos en las afueras de Ontario, una tranquila ciudad del sur de California cuyos habitantes se trasladan a diario hacia sus trabajos en los grandes centros urbanos.
El verano pasado, los funcionarios de la administración local establecieron este campamento como base transitoria para los habitantes de la ciudad que habían perdido sus viviendas. En ese entonces, eran alrededor de veinticuatro personas, pero la voz se corrió y ahora suman cerca de 300. La sensación generalizada es que este precario alojamiento transitorio va camino a convertirse en algo permanente porque, de hecho, los funcionarios locales admiten que no está entre sus planes demolerlo, al menos por ahora.
Una diversidad de historias
La mayoría de los residentes de “Tent City” vive en tiendas de campaña, y algunos pocos en remolques más o menos destartalados. Sus pertenencias se apiñan en el interior de sus diminutas viviendas o están esparcidas por el suelo, en los terrenos de los alrededores.
El predio no tiene las comodidades básicas necesarias, como electricidad, instalaciones sanitarias o desagües y cloacas, y la única posibilidad de aseo son unas regaderas portátiles.
Los niños juegan con los perros en los pisos de tierra.
Lo más sorprendente de la imagen es la diversidad de la población: blancos, afro-americanos, hispanos, ancianos y jóvenes, algunos con bebés. Igual de diversas son las historias personales que se escuchan allí.
Benson Vivier, un veterano de Vietnam, cuenta que pasó años en una silla de ruedas hasta que una operación le permitió volver a caminar. Como consecuencia de ello, le cortaron los beneficios por discapacidad y ahora no puede pagar el alquiler de su vivienda.
Otros perdieron sus hogares debido a peleas familiares o incendios. Algunos son dogradictos y otros acaban de salir de la cárcel.
“ Vivienda o comida”
Pero un hombre, que no quiso identificarse, comentó que tuvo que mudarse a “Tent City” porque la suya es una de las tantas familias afectadas por la crisis de las hipotecas inmobiliarias. Y agregó: "tuve que decidir entre alimentar a mi familia o mantener la casa, así que opté por deshacerme de ella".
Una víctima de los embargos hipotecarios”
La propiedad que perdió este hombre está aquí nomás, en Ontario, un vecindario de clase media, casas confortables, verdes jardines, amplias aceras y enormes garajes con espacio para dos autos.
Sin embargo, esta área –conocida como “Inland Empire”– tiene la tercera tasa de embargos hipotecarios más alta de todo Estados Unidos.
Puesto que este hombre no pudo seguir pagando las cuotas de la hipoteca, el prestador retomó la posesión de la propiedad y se la ofreció a otra familia.
“Es horrible ver que otra familia vive cómodamente en tu casa y que tú debes vivir aquí, con tu familia, sin un techo sobre tu cabeza".
Miles de familias se encuentran en su misma situación: gente que ha perdido sus hogares debido a la imposibilidad de pagar sus hipotecas, no sólo en California sino en el resto el país.
Sin embargo, su situación en “Tent City” es algo particular, porque la mayoría de los residentes no llegaron aquí como consecuencia de la crisis inmobiliaria.
Con todo, Mike Dunlop cree que la situación podría empeorar y, mientras tanto, dirige un grupo de voluntarios que provee de suministros a los habitantes del campamento.
“La gente que pierde sus hogares debido a los embargos”, dice Dunlop, “termina viviendo en hoteles y los “homeless” que viven en hoteles se ven forzados a volver a las calles”.
Su temor más grande es que, en la medida en que se profundice el colapso del mercado inmobiliario, más y más gente perderá sus hogares y los lugares como “Tent City” se seguirán multiplicando.